Mateo 12:1-8 "El SeƱor del Reposo ā parte 2"
- Andy de Ganahl
- 30 ago 2024
- 13 Min. de lectura
La respuesta de JesĆŗs a las acusaciones de los fariseos consiste en tres argumentos del Antiguo Testamento. Cada uno de ellos se presenta con una insinuación insultante de que los fariseos pueden conocer las palabras de las Escrituras, pero no tienen ni siquiera el mĆ”s mĆnimo entendimiento. Estos argumentos no son necesariamente una corrección de la comprensión del fariseo del sĆ”bado como tal, sino que seƱalan que todo su enfoque de las Escrituras es errante. Por lo tanto, el punto de JesĆŗs es hermenĆ©utico mĆ”s que legal. El debate sobre el sĆ”bado se deja de lado por un momento para llegar al tema mĆ”s importante: la interpretación de las Escrituras. Se trata de una contienda de autoridad entre JesĆŗs y los fariseos para determinar quiĆ©n tiene el derecho de explicar, exĆ©geta o revelar al Padre. Estos tres reproches prueban que JesĆŗs, no los fariseos, es el Ćŗnico que puede revelar al Padre (11:27).
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Primer argumento: Los fariseos usan una aplicación inconsistente (vv. 3-4)
"Entonces Ćl les dijo: 'ĀæNo han leĆdo lo que hizo David cuando tuvo hambre y los que estaban con Ć©l? ĀæCómo entró en la casa de Dios, y comieron el pan de la Presencia, que no estaba autorizado para comer a Ć©l ni a los que estaban con Ć©l, sino solo a los sacerdotes?"
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Las palabras iniciales "ĀæNo has leĆdo?" son denigrantes e insultantes. A las multitudes JesĆŗs les habla en tĆ©rminos de lo que han escuchado (5:21, 27, 33), pero para los fariseos el objetivo de JesĆŗs es mĆ”s personal. Esto es similar a preguntarle a un abogado constitucionalista si alguna vez ha leĆdo la declaración de derechos. La respuesta esperada es que, por supuesto, han leĆdo estas palabras. DespuĆ©s de todo, los fariseos son los maestros de Israel. Que estĆ©n familiarizados con estas palabras se da por sentado, pero Āæles han dado algĆŗn sentido?
JesĆŗs seƱala a los fariseos 1 Samuel 21:1-6, un pasaje que describe la interacción desesperada de David con los sacerdotes de Nob durante su huida de Saulo. Al haber partido con tanta prisa, no lograron empacar provisiones. David llegó a Nob, la ubicación del tabernĆ”culo, con el fin de obtener comida y equipo para sus hombres. No habĆa nada disponible para comer en Nob, excepto el pan sagrado de la presencia (LevĆtico 24:5-9). Entonces, despuĆ©s de que David engañó al sacerdote Ahimelec con respecto a la verdadera razón por la que estaba allĆ, Ahimelec le dio el pan a David y a sus hombres. La elección de JesĆŗs de este pasaje es interesante por varias razones.
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Primero, David no estĆ” libre de culpa. Aunque el texto de 1 Samuel 21 no aprueba explĆcitamente las acciones de David, tampoco lo condena. Sin embargo, cualquier lector inteligente deberĆa entender que David claramente no es inocente. La primera palabra que sale de la boca de David es mentira (1 Samuel 21:2). Esta es razón suficiente para condenarlo. Aun asĆ, este no es el punto al que JesĆŗs llama la atención. MĆ”s bien, es el hecho de que David y sus hombres comieron del pan consagrado de la presencia que no era permisible para Ć©l ni para sus hombres, sino solo para los sacerdotes.
El pan de la presencia se refiere a los doce panes guardados en el lugar santo sobre la mesa de oro como una representación constante de las doce tribus de Israel (LevĆtico 24:5-9). Cada sĆ”bado, se horneaban panes frescos y se colocaban en la mesa como un pacto eterno entre Yhwh e Israel (v. 8). Los Ćŗnicos hombres a los que se les permitĆa consumir el pan viejo eran los sacerdotes levĆticos, los hijos de Aarón, y debĆan hacerlo en un "lugar santo" (v. 9). La descripción de JesĆŗs de las acciones de David es extremadamente curiosa, ya que hace que suene como si David entrara en el lugar santo (εἰĻįæĪ»ĪøĪµĪ½ Īµį¼°Ļ Ļὸν οἶκον Ļοῦ θεοῦ) para recuperar el pan. Esto estimula una mirĆada de preguntas. ĀæEntró David en el tabernĆ”culo mismo o solo en los atrios exteriores? ĀæTomó David el pan de la mesa o Ahimelec sacó el pan? ĀæVioló David el lugar santo? ĀæDónde se sentaron David y sus hombres a comer este pan? Sin embargo, ninguna de estas preguntas es lo que concierne a JesĆŗs. Para Ćl, el punto es que David y sus hombres consumieron lo que no era lĆcito/autorizado (į¼Ī¾ĪµĻĻιν) para que ellos comieran. David, un hombre de la estirpe y la tribu de JudĆ”, no tenĆa por quĆ© comer lo que estaba reservado solo para los hijos de Aarón (LevĆtico 24:9).
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En segundo lugar, la enseƱanza rabĆnica trabajó horas extras para retratar a David como intachable. La mayorĆa de las enseƱanzas rabĆnicas sobre este pasaje intentaron justificar las acciones de David. Sus argumentos no son consistentes entre sĆ (de hecho, se contradicen directamente entre sĆ), sino que se cristalizan en la suposición de que David no hizo nada malo. Es crucial para ellos que el gran David sea inocente en este asunto, tanto que discuten en cĆrculos y a veces imaginan detalles que no tienen ninguna base en la realidad. En resumen, intentan justificar a los culpables. Su aplicación inconsistente de la ley tradicional del Sabbat es parte del punto de JesĆŗs.
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En tercer lugar, se estĆ” haciendo una conexión obvia entre JesĆŗs y sus discĆpulos con David y sus hombres. (1) Mateo introdujo esta narración como ocurriendo en un dĆa de reposo. Obviamente, este es el mismo momento de la semana en que David entró en el patio del tabernĆ”culo en Nob. El pan se reemplazaba cada sĆ”bado, y el pan viejo se consumĆa todos los sĆ”bados. El hecho de que estuviera disponible insiste en que el evento ocurrió en sĆ”bado. (2) Tanto JesĆŗs como David estĆ”n solos y, sin embargo, estĆ”n acompaƱados por otros. La primera pregunta de Ahimelec a David fue por quĆ© estaba solo (1 Sam. 21:1) y JesĆŗs no es presentado como estando directamente entre Sus discĆpulos (Mat. 12:1-2). Al mismo tiempo, David pide provisión para aquellos hombres que se encontrarĆ”n con Ć©l (1 Sam. 21:2) y JesĆŗs estĆ” obviamente dentro del contacto visual con Sus discĆpulos. (3) Los que estĆ”n con JesĆŗs y David tienen hambre por razones similares; es decir, no trajeron provisiones. David no tuvo tiempo de prepararse para su huida y se les ordenó a los discĆpulos que confiaran en la receptividad de la gente para su alimento. (4) Los medios por los cuales David y los discĆpulos obtuvieron alimento son puestos en duda, sin embargo, aquĆ hay una diferencia importante. David mintió para obtener lo que no era lĆcito/permisible (į¼Ī¾ĪµĻĻιν) para Ć©l, mientras que los discĆpulos supuestamente hicieron lo que no era lĆcito/permisible (į¼Ī¾ĪµĻĻιν) para que ellos hicieran con el fin de obtener lo que estaba dentro de sus derechos obtener. Las diferencias aquĆ son tan importantes como las similitudes. El punto es que JesĆŗs claramente estĆ” trazando una lĆnea de comparación entre David y Ćl mismo.
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Finalmente, la idea principal de este argumento es exponer la aplicación inconsistente de los fariseos de sus pesadas y onerosas regulaciones del sĆ”bado. Ellos exoneran a David, quien claramente violó LevĆtico 24:9 mientras condenan a los discĆpulos que son irreprensibles de acuerdo con Deuteronomio 23:25. Esta inconsistencia demuestra que carecen de la capacidad de interpretar la Palabra de Dios y, por lo tanto, no pueden revelar Su voluntad. No pueden hacer lo que hace JesĆŗs. AdemĆ”s de este punto, hay una implicación tĆ”cita de alguien o algo mĆ”s grandeĀ que David. David, el rey ungido de Yhwh, no estaba autorizado (į¼Ī¾ĪµĻĻιν) para cumplir el papel de rey y sacerdote. Sin embargo, Āæno se espera que el MesĆas sea un rey (Salmo 2) y un sacerdote (Salmo 110)? Por lo tanto, el Hijo de David anticipado (Mateo 9:27) serĆa capaz de hacer lo que a David no se le permitió (į¼Ī¾ĪµĻĻιν) hacer. Este razonamiento implĆcito se hace explĆcito en el siguiente argumento de JesĆŗs.
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Segundo argumento: Los fariseos no tienen suficiente entendimiento (vv. 5-6)
"ĀæO no habĆ©is leĆdo en la ley que los sacerdotes del templo profanan el sĆ”bado en sĆ”bado, y son irreprensibles? Por eso les digo que algo mĆ”s grande que el templo estĆ” aquĆ."
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El segundo argumento de JesĆŗs viene con la misma reprensión mordaz que el primero. Los fariseos leen y, sin embargo, no entienden. Pasando de los Ćltimos Profetas (1 Samuel) a la TorĆ” (NĆŗmeros), JesĆŗs alude a la descripción de las ofrendas especiales que los sacerdotes debĆan hacer cada dĆa de reposo (NĆŗm. 28:9-10). Los sacrificios diarios, las ofrendas matutinas y vespertinas, no se detienen simplemente porque sea sĆ”bado. Pero ademĆ”s de estos, se hacĆan ofrendas especiales del dĆa de reposo cada semana. En pocas palabras, el trabajo de los sacerdotes se multiplica en el dĆa de reposo en lugar de disminuir. Tienen mĆ”s que hacer, no menos. Si los fariseos eran consistentes con su punto de vista sobre la observancia del sĆ”bado, Āæno serĆan los sacerdotes culpables de profanar el sĆ”bado? La inconsistencia de los fariseos ya ha sido tratada en los versĆculos 3-4. Al volver a los mandamientos del Antiguo Testamento para el servicio sacerdotal en el sĆ”bado, JesĆŗs pone en duda si los fariseos siquiera entienden el sentido del sĆ”bado.
JesĆŗs es francamente provocador en su elección de palabras. Habla de los sacerdotes profanando (βεβηλĻĻ ā violar, profanar, profanar) el alto y santo sĆ”bado. Su "trabajo" lleva lo comĆŗn al Ć”mbito de lo sagrado y, por lo tanto, viola la santidad del dĆa. Es decir, segĆŗn el razonamiento de los fariseos. Sin embargo, las Escrituras no solo no condenan a los sacerdotes, sino que son declarados inocentes o inocentes (į¼Ī½Ī±ĪÆĻιοĻ). Para los fariseos, el dĆa de reposo se trata mĆ”s de lo que uno noĀ puede hacer. Esto no solo hace que sea difĆcil explicar por quĆ© a los sacerdotes se les ordena hacerĀ tanto, sino que tambiĆ©n expone el hecho de que los fariseos han perdido por completo el sentido del sĆ”bado.
Cuando JesĆŗs afirma que algo mĆ”s grande que el templo estĆ” aquĆ, inclina su mano y revela la respuesta. Este es un argumento que pone el Ć©nfasis correcto en las cosas de acuerdo a cómo Dios lo ordenó. JesĆŗs estĆ” argumentando a favor de la intención autoral que preside la interpretación subjetiva. Las piezas del rompecabezas comienzan a encajar cuando nos damos cuenta de lo siguiente:
En primer lugar, hay una conexión entre la pregunta retórica anterior sobre la conducta de David y la pregunta actual sobre el servicio del sacerdote. Esa conexión es la presencia de Yhwh en el templo/tabernĆ”culo. Cuando JesĆŗs afirma que David entró en la "casa de Dios" (Ļὸν οἶκον Ļοῦ θεοῦ) estĆ” indicando el tabernĆ”culo. El pan en cuestión era el "pan de la Presencia" (ĻĪæį½ŗĻ į¼ĻĻĪæĻ Ļ ĻįæĻ ĻĻοθĪĻεĻĻ) que ya ha sido definido como los panes que representaban a la nación de Israel siempre antes de Yhwh. Ahora, la discusión apunta a los sacerdotes que sirven en el templo, en la Ā presencia de Yhwh, y a la "cosa" que es mĆ”s grande que el templo. El templo como morada deĀ la presencia de YhwhĀ es un tema central de la discusión.
En segundo lugar, hay una progresión en la presentación de JesĆŗs desde la sombra hasta la realidad. El tabernĆ”culo de David fue el precursor del templo. Se decĆa que ambos albergaban la presencia de Yhwh. Por lo tanto, esta "cosa" que es mĆ”s grande que el templo debe albergar la presencia de YhwhĀ de alguna manera mejor o mĆ”s completa.
En tercer lugar, el templo era mĆ”s que un edificio. ContenĆa la manifestación fĆsica de la presencia de YhwhĀ en la tierra. Los sacerdotes que servĆan en el templo no solo hacĆan tareas (trabajar, trabajar) sino que estaban activamente al servicio de Yhwh. Los sacerdotes eran una casta especial de personas que eran Ā posesión de YhwhĀ (Ćxodo 28:43; 38:21; LevĆtico 21:1-24; NĆŗm. 1:47-54; 2:33; 3:44-51). Mientras el resto de la nación disfrutaba de la bendiciónĀ del descanso de Yhwh, estos continĆŗan sirviĆ©ndole. EstĆ”n exentos, no por ser quienes son, sino por a quiĆ©n sirven.
Finalmente, asĆ como el templo es mĆ”s que la presencia de Yhwh, asĆ tambiĆ©n lo es la "cosa" que es mĆ”s grande que el templo. Es decir, JesĆŗs, como el rey, habla del reino venidero como la "cosa" que es mĆ”s grande que el templo. David comió el pan de la Presencia como sombra delĀ siervo ungido de Yhwh . Los sacerdotes sirven al templo como siervos elegidos de Yhwh. Ā Y ahora los discĆpulos comen espigas porque sirven al rey mientras proclaman la venida de su reino. Los fariseos no solo son exasperantemente inconsistentes en sus reglas arbitrarias de la observancia del sĆ”bado, sino que tambiĆ©n perdieron por completo el punto de la enseƱanza del Antiguo Testamento sobre el tema. El punto y propósito del Sabbat se explica como un dĆa reservado para la Ā gloria de Yhwh. Los sacerdotes guardan el Sabbat sirviendo a Yhwh como se les indicó. La gente guarda el Sabbat (1) recordando laĀ perfección completa de Yhwh, (2) reflexionando sobreĀ la provisión presente de Yhwh, y (3) anticipandoĀ la redención completa de Yhwh. El tabernĆ”culo, el templo y ahora JesĆŗs son todos microcosmos delĀ verdadero Sabbat de Yhwh: el resto que viene con el reino. Por lo tanto, uno guarda el Sabbat sirviendo a YhwhĀ como Ćl lo ordenó y no como el hombre imagina. Los discĆpulos no solo son inocentes de los cargos, sino que los fariseos son declarados culpables por implicación. Algo mĆ”s grande que el templo estĆ” aquĆ. En lugar de servir al reino y al rey (y por lo tanto guardar verdaderamente el sĆ”bado), luchan contra Ć©l. Los fariseos son culpables de la misma cosa por la que condenan a los discĆpulos. Esta verdad sale a la luz en el tercer y Ćŗltimo argumento de JesĆŗs.
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Tercer argumento: Los fariseos ignoran la revelación (vv. 7-8)
"Pero si supierais lo que es esto: Misericordia quiero y no sacrificio, no condenarĆais a los inocentes. Porque el Hijo del Hombre es SeƱor del sĆ”bado."
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Puede haber un aumento en la postura degradante de JesĆŗs hacia los fariseos. Antes, preguntó cĆnica y retóricamente si los fariseos se habĆan molestado alguna vez en leer sus Antiguos Testamentos. AquĆ, JesĆŗs denuncia explĆcitamente la ignorancia de los fariseos sobre el Antiguo Testamento. JesĆŗs usa la misma construcción condicional de segunda clase que lo hizo cuando condenó a las ciudades de Galilea (11:21, 23). El sentido es que los fariseos no sabĆan y por lo tanto condenaron aĀ los inocentes. JesĆŗs estĆ” revelando su ignorancia de las Escrituras.
El pasaje en cuestión es Os. 6:6, un pasaje ya citado por JesĆŗs a los fariseos (9:13). A simple vista, el uso de JesĆŗs de Oseas 6:6 aquĆ es muy parecido al que era antes: la verdadera obediencia, el arrepentimiento y la sumisión de corazón en lugar de la ostentación externa es la voluntad de Dios para Su pueblo. Esto es, por supuesto, cierto, pero el contexto de Oseas 6:6 es sorprendentemente similar al contexto de Mateo 12:7. Ambos textos se encuentran en lo que solo puede describirse como reproches o incluso pasajes de condena (Mateo 12:3-8 vs. Oseas 6:4-11) que son precedidos por llamados al arrepentimiento (Mateo 11:28-30 vs. Oseas 6:1-3). En ambos lugares, la reprensión implica que aquellos a los que se dirigen estĆ”n preocupados por lo que Dios no Ā quiere/desea (ĪøĪĪ»Ļ). Los fariseos del norte de Galilea son comparados de nuevo con las tribus rebeldes del norte de Israel que no vinieron a arrepentirse a YhwhĀ (Oseas 6:1).
De cara al futuro, es necesario entender estas palabras tal como fueron escritas por el profeta Oseas y luego repetidas por el apóstol Mateo. Oseas predicó en contra de la ostentación externa del Israel apóstata que se estaba haciendo pasar por fidelidad. Los rebeldes del norte habĆan establecido su propio sacerdocio, templos y altares con todos los adornos prescritos en la Ley. Sin embargo, todas estas cosas eran de hecho violaciones de mandamientos explĆcitos con respecto al lugar donde YHWH eligió para que habitara Su nombre, la singularidad del altar y el origen levĆtico del sacerdocio. Solo un forastero ignorante confundirĆa lo que ocurrió en Betel con lo que se prescribió en JerusalĆ©n. Pero con todas estas cosas a un lado, los rebeldes del norte habĆan perdido completamente el punto. El objetivo de la Ley no era exigir conformidad externa (aunque tambiĆ©n se les escapaba esto), sino atar a la gente a YHWH a travĆ©s de la fe. La conformidad con la Ley es el fruto de la fe, no el objetivo. Las tribus del norte del siglo VIII a.C. fallaron en ambos aspectos.
Lo mismo puede decirse de los fariseos y lĆderes religiosos del siglo I d.C. No sólo habĆan hecho de la conformidad externa el objetivo que definĆa la fidelidad en lugar del fruto que exponĆa la fe salvadora, sino que su conformidad externa no se conformaba a la palabra revelada y a la voluntad de Dios. Al igual que los rebeldes de los dĆas de Oseas, el judaĆsmo del segundo templo de la Ć©poca de JesĆŗs era completamente apóstata. HabĆan perdido todo el punto de las Escrituras. EspecĆficamente, habĆan convertido el dĆa de reposo (un regalo de gracia para Israel como recordatorio, motivador y anticipador de la perfección de Dios completada) en un peso laborioso para colgar alrededor del cuello del pueblo.
Una vez mĆ”s, el punto gira en torno a la capacidad de revelar al Padre. El enfoque de los fariseos hacia la revelación es comenzar con la tradición. JesĆŗs se acerca primero a las Escrituras. Claramente, los fariseos no estĆ”n calificados para revelar al Padre. Si tan solo no fueran ignorantes de Oseas (que lo eran) no habrĆan cometido el error de condenar a los inocentes (lo cual hicieron). Esta declaración condicional se remonta a la acusación del versĆculo 2. En pocas palabras, JesĆŗs les dice a los fariseos que no podrĆan haber estado mĆ”s equivocados. En el versĆculo 8 les dice por quĆ©.
"Porque" introduce la razón o el fundamento del comentario de JesĆŗs. En este momento no hay duda de que (1) JesĆŗs se refiere a sĆ mismo como "el Hijo del Hombre" (į½ Ļ į¼±į½øĻ Ļοῦ į¼Ī½ĪøĻĻĻĪæĻ ā 9:6; 10:23; 11:19) y (2) JesĆŗs implica todo el peso de Daniel 7:13-14 al usar ese tĆtulo. Hay una implicación y suposición del Sabbat en el reino que es concedida a aquel como un Hijo del Hombre por el Anciano de los DĆas. AquĆ, esa conexión del Sabbat se hace explĆcita. Ese mismo Hijo del Hombre es el amo o SeƱor del sĆ”bado. El dĆa de reposo estĆ” bajo el dominio del Hijo del Hombre. Esta afirmación tiene varias implicaciones.
La primera, y quizĆ”s la mĆ”s obvia, es la implicación de que JesĆŗs afirma ser uno con el Padre. Esto no es sorprendente despuĆ©s de Sus declaraciones en 11:27, pero no puede ser pasado por alto. Solo hay un SeƱor del sĆ”bado, y ese es aquel a quien pertenece el sĆ”bado; a saber, Yhwh (Ćxodo 20:8-11; LevĆtico 26:2; Deuteronomio 5:12-15).
En segundo lugar, y estrechamente relacionado con el primero, estĆ” el hecho de que "SeƱor" (ĪŗĻĻιοĻ) en este contexto significa algo mucho mĆ”s que simplemente "maestro" o "el que estĆ” a cargo". Solo hay un SeƱorĀ del SĆ”bado. En este contexto, es casi seguro que el griego ĪŗĻĻĪ¹ĪæĻ representa el hebreo ×Ö°××Öø× (Yhwh). JesĆŗs no solo afirma ser igual a Dios. Ćl estĆ” afirmando serĀ Dios.
Finalmente, y lo mÔs importante para el contexto, es el hecho de que Jesús afirma ser el único que puede determinar con precisión qué es y qué no es una violación del sÔbado. Como el único que conoce al Padre y el único que puede revelar al Padre (11:27), solo Jesús tiene la capacidad innata de discernir lo que viola el sÔbado. Como el Señor a quien pertenece el sÔbado, solo Jesús puede determinar quién es culpable y quién es irreprensible.
Ya es bastante malo que estos fariseos sean tan retrógrados en su juicio. Pero su verdadero crimen es que intentaron usurpar la autoridad de JesĆŗs. Los lobos de Israel, que pretenden ser sus pastores, trataron de tenderle una trampa a Dios con su propia posesión. Aunque su ignorancia no conoce lĆmites, esta es, sin embargo, una lucha de poder. Uno del que JesĆŗs se levanta verdaderamente triunfante. Es sorprendente que no se registre ninguna respuesta de los fariseos. JesĆŗs no dejó lugar a debates, ya que puso los puntos sobre las Ćes y cruzó todas las "t" como solo Ćl, el Hijo que revela al Padre, puede hacerlo.