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Mateo 1:18-25 "El principio del principio"

"Ahora bien, el principio de Jesucristo fue el siguiente: Cuando su madre María estaba desposada con José, antes de que se juntaran, se descubrió que estaba encinta por el Espíritu Santo. Así que José, su esposo, siendo un hombre justo pero sin deseos de deshonrarla, resolvió divorciarse de ella en secreto. Pero después de haber considerado estas cosas; ”Contemplar! Un Ôngel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas tomar a María por mujer. Porque lo que es engendrado en ella es por el Espíritu Santo. Ella darÔ a luz un hijo, y llamarÔs su nombre 'Jesús', porque él salvarÔ a su pueblo de sus pecados". Ahora bien, todo esto sucedió para que se cumpliera la palabra del Señor por medio del profeta que decía: '”He aquí que la virgen concebirÔ y darÔ a luz un hijo, y llamarÔn su nombre Emanuel!' Después de despertar del sueño, José hizo lo que el Ôngel del Señor le ordenó y la tomó por esposa. Sin embargo, no la conoció hasta después de que ella dio a luz un hijo, y llamó su nombre 'Jesús'."

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A menudo se hace referencia a este pasaje como una de las dos "narraciones del nacimiento" (la segunda aparece en Lucas), sin embargo, no hay nada dentro de esta narración con respecto al nacimientoĀ de JesĆŗs. El sustantivo Ī³Ī­Ī½ĪµĻƒĪ¹Ļ‚, a menudo traducido como "nacimiento" en el v. 18 es el mismo tĆ©rmino usado en el v. 1. ĀæEs esta una narración de nacimiento o es unaĀ narrativa de "comienzo"? Es imperativo que conectemos esta sección con la anterior por dos razones. Primero, Mateo ahora estĆ” entregando los bienes de su tĆ­tulo en 1:1. El nombre del libro es el "libro de los comienzos de Jesucristo" (Βίβλος Ī³ĪµĪ½Ī­ĻƒĪµĻ‰Ļ‚ Ἰησοῦ Ī§ĻĪ¹ĻƒĻ„Īæįæ¦). AquĆ­ afirma que "el principio de Jesucristo es el siguiente...ā€ (τοῦ Γὲ Ἰησοῦ Ī§ĻĪ¹ĻƒĻ„Īæįæ¦ į¼” Ī³Ī­Ī½ĪµĻƒĪ¹Ļ‚ οὕτως ἦν). Es aquĆ­ donde leemos el comienzo de esta Vez llamada "Cristo". En segundo lugar, estos versĆ­culos responden a todas las preguntas implĆ­citas del versĆ­culo 16. Mateo tuvo mucho cuidado de no hacer de JosĆ© el padre de JesĆŗs cuando declaró que JesĆŗs nació de MarĆ­a en lugar de ser engendrado por JosĆ©. Ā Sin embargo, eso plantea varias preguntas: (1) ĀæQuiĆ©n engendró a JesĆŗs? (2) ĀæPor quĆ© molestarse con JosĆ©? (3) Entonces, Āæcómo se llama verdaderamente a JesĆŗs hijo de David? (4) ĀæQuĆ© clase de mujer es MarĆ­a? Todas estas cuestiones se resuelven en el siguiente texto.


También es importante recordar que estamos rastreando el argumento de Mateo en lugar de crear una armonía artificial, arbitraria y subjetiva de los relatos de los evangelios. No estamos interesados, en esta coyuntura, lo que Lucas, Marcos o Juan tienen que decir sobre el material en cuestión. Primero buscamos la intención de Mateo . Con eso en mente, debemos hacer la siguiente observación: Esta narración es exclusivamente desde la perspectiva de José. No se menciona ni una palabra desde el punto de vista de María. Su voz no es escuchada y sus acciones no son registradas. Mateo solo presenta la perspectiva de José, por lo que seguiremos solo la perspectiva de José en este punto.

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La situación desinformada de José (vv. 18-19)


El desarrollo de Mateo de un nuevo Génesis continúa con esta narración introductoria del comienzo de Jesús. Si el primer AdÔn ciertamente tuvo un comienzo milagroso, incluso ese comienzo no se compara con el comienzo milagroso del AdÔn mayor. Este comienzo se ve a través de los ojos de José, el esposo de María y, sin embargo, este es uno de los muchos casos en las Escrituras donde el lector sabe mÔs que las personas dentro de la narración. Job, por ejemplo, es aparentemente la única persona que no sabe por qué sufre. Del mismo modo, José es la única persona que no entiende el alcance ni siquiera los detalles de la situación en la que se encuentra.

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Los hechos vistos por JosƩ (vers. 18)

"Ahora bien, el principio de Jesucristo fue el siguiente: Cuando su madre María estaba desposada con José, antes de que se juntaran, se descubrió que estaba encinta por el Espíritu Santo."

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Esta es la explicación del versículo 16 y el verdadero comienzo de Jesús, tal como se anuncia en el versículo 1. No hay nada mÔs que decir acerca de la conexión con los versículos 1-17.

La narración comienza en el contexto de un compromiso entre MarĆ­a (la madre de JesĆŗs) y JosĆ©. Es un grave error establecer algĆŗn tipo de conexión entre este arreglo marcial (Ī¼Ī½Ī·ĻƒĻ„ĪµĻĻ‰) y nuestra idea occidental de un enfrentamiento. Los dos conceptos tienen poco o nada en comĆŗn. Un compromiso es un acuerdo social entre un hombre y una mujer sin ramificaciones legales. Si bien esto se ve como una promesa que conduce al matrimonio, el compromiso no viene con ninguna de las protecciones, bendiciones o responsabilidades del matrimonio. Como tal, un compromiso puede romperse sin ramificaciones legales porque no se ha producido ninguna unión. Ninguna de estas cosas es verdad de un compromiso.


La situación descrita aquí como un compromiso no es tanto un paso que conduce al matrimonio como el primer paso del matrimonio que ya estÔ en vigor. Esta costumbre aseguraba a una niña al tiempo que le permitía alcanzar la madurez física y al mismo tiempo permitía al novio asegurarse una vida estable. La doncella seguiría viviendo con sus padres y los dos aún no disfrutarían de las bendiciones de la vida marital, pero ahora estÔ bajo la autoridad de su esposo. Los votos ya han sido tomados. Las dotes ya han sido pagadas. Todas las obligaciones que exigía el contrato matrimonial ya se han cumplido. Desde el punto de vista legal, María y José ya estÔn casados y, sin embargo, aún no se han unido. La indicación es que aún no se han mudado juntos y, por lo tanto, aún no han tenido relaciones sexuales. Es en este punto cuando se descubrió que María estaba embarazada.


El verbo pasivo (εὑρέθη ἐν Ī³Ī±ĻƒĻ„Ļį½¶) significa literalmente "fue encontrada embarazada". Debido a que MarĆ­a es el sujeto del verbo pasivo y no se menciona a ninguna otra persona aquĆ­, la implicación es que JosĆ© descubrió esto por sĆ­ mismo. El embarazo es una condición que no se ha mantenido en secreto durante mucho tiempo. Sin embargo, la idea de que este embarazo se mantuvo en secreto es una suposición que el pĆŗblico moderno suele hacer. Nada se dice que indique que MarĆ­a ocultó su embarazo. De hecho, el lector de Mateo harĆ­a bien en no asumir absolutamente nada de MarĆ­a, porque no se nos dice nada de su perspectiva. Sin embargo, el pĆŗblico disfruta de una información importante que JosĆ© aĆŗn desconoce. MarĆ­a estĆ” embarazada por medio del EspĆ­ritu Santo. Mateo usa la misma preposición (ἐκ) usada repetidamente a lo largo de los versĆ­culos 1-17 para indicar los medios de concepción. Puede que no estĆ© claro cuĆ”l es el papel del EspĆ­ritu Santo en esta coyuntura, pero el lector ahora sabe que MarĆ­a no es culpable de infidelidad. Este hecho, sin embargo, aĆŗn no es visto por JosĆ©.

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Las opciones disponibles para JosƩ (vers. 19)

"Entonces José, su esposo, siendo un hombre justo, pero no queriendo deshonrarla, resolvió divorciarse de ella en secreto"

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José es presentado de nuevo como el esposo de María. Como tal, debe actuar. No hay una respuesta pasiva disponible para él. Su esposa estÔ embarazada y él sabe que él no es el padre. Esto no es algo que se pueda ignorar. Este versículo sopesa las opciones de José.

Debido a que es un hombre justo, José no puede permanecer casado con María. La idea no es que José tenga razón inherente ante Dios por su propia voluntad, sino que vive consistentemente en obediencia a la ley. No puede casarse con una ramera. No solo piensa en su reputación, sino en la familia que espera criar. ¿Qué clase de hombre recibiría en su hogar a una mujer infiel como futura madre de sus hijos? No es simplemente una mujer lasciva y suelta. Ella es infiel, habiendo roto su palabra y su vínculo con él. Esta mujer no lo harÔ. Sin embargo, no hay razón para exponer a esta joven a la vergüenza pública.


El καὶ contiguo es casi visto como un adversario (todavía) y, por lo tanto, presenta los dos pensamientos como motivaciones conjuntas para las acciones de José. Si José convoca a un juicio, entonces se iniciarÔ una investigación en toda regla que requerirÔ testigos y testimonios. Existe la posibilidad de que María no sea culpable de adulterio y sólo sea víctima de una violación. Sin embargo, ¿y si no lo es? AdemÔs, el niño que lleva dentro no es de José y él no tiene ninguna obligación de criarlo. No tiene ningún deseo de exponer a María a tal escrutinio y vergüenza. Por lo tanto, la respuesta es escribirle un certificado de divorcio y despedirla.


El proceder que José decidió tomar es el mÔs honorable. Un juicio lo habría vindicado de cualquier delito a los ojos de la comunidad, pero ¿a qué precio? Un divorcio era un asunto sencillo en la Judea del siglo I. Todo lo que se requiere es un certificado escrito del marido puesto en la mano de la mujer en cuestión en presencia de dos testigos. Eso es todo. El matrimonio estÔ ahora disuelto. Este es el curso que José ha resuelto seguir. La indicación es que transcurren menos de veinticuatro horas entre el momento en que José descubrió la condición de María y el momento en que determinó qué hacer al respecto. A primera hora de la mañana, pondrÔ en marcha su plan.

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Dios revela la situación completa (vv. 20-23)


Debido a que José es un hombre justo, no hay razón para pensar que él va a tomar esta decisión. Ha evaluado los hechos de los que tiene conocimiento y ha llegado a una decisión. Esa decisión se pondrÔ en ejecución con la luz de la mañana. Sin embargo, como el lector sabe, hay ciertos hechos de los que José no estÔ al tanto. Ahora es el momento de que Dios le revele a José lo que el lector ya sabe.

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La ignorancia de JosƩ es iluminada (vv. 20-21)

"Pero después de haber considerado estas cosas; ”Contemplar! Un Ôngel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas tomar a María por mujer. Porque lo que es engendrado en ella es por el Espíritu Santo. Ella darÔ a luz un hijo, y llamarÔs su nombre 'Jesús', porque él salvarÔ a su pueblo de sus pecados"."

Ā 

La escena es bastante dramÔtica. Mateo deja poco tiempo para cualquier intervención. José ya ha considerado lo que debe hacer y ha decidido hacerlo. Con la mañana vendrÔ el divorcio. Sin embargo, después de estas cosas, ”he aquí! El ἰΓοὺ hebreo llama la atención (”mira!, ”mira!, ”échale un vistazo!). Lo que sigue es importante, pero también completamente inesperado. Un Ôngel del Señor normalmente no aparece en sueños para transmitir información. Tal vez José, el hijo de Jacob, debería haber esperado ser un soñador de sueños, pero este no parece ser el caso.


El Ôngel se dirige a José como a un príncipe de Israel. "Hijo de David" es un título mesiÔnico (solo que aquí se usa para alguien que no es Jesús) y un título de la realeza. Es dudoso que José haya sido llamado así antes. Al hacerlo, el Ôngel inclina su mano con respecto al propósito de su visita. José es un hijo legítimo de David. Este niño también debe ser un heredero legítimo al trono de David. José tiene que hacer que eso suceda, pero debe jugar a la pelota. Por esta razón, no solo se le anima, sino que se le ordena que tome a María como su esposa. La idea no es casarse con ella, sino completar el matrimonio llevÔndola a su casa. Este mandamiento va en la dirección opuesta a los planes de José. ¿Por qué haría tal cosa? El Ôngel continúa proporcionando la razón (γὰρ). Lo que hay en ella es del Espíritu Santo. Ahora, José sabe todo lo que el lector sabe.


El griego aquĆ­ es muy especĆ­fico. El agente activo de este embarazo es el EspĆ­ritu Santo y sólo el EspĆ­ritu Santo. Dos veces se usa la preposición ἐκ para comunicar la fuente o el medio del embarazo. MarĆ­a no se refiere aquĆ­ como el medio de la concepción por el Ć”ngel (ἐκ), sino como un simple lugar de la concepción. El Ć”ngel se refiere a lo que se concibe en ellaĀ (τὸ γὰρ ἐν αὐτῇ γεννηθὲν) descartando la posible acusación de participación pasiva. MarĆ­a no ha roto ningĆŗn voto, ni ha sido violada. El niƱo dentro de ella es deĀ (ἐκ) Dios el EspĆ­ritu Santo y no es un producto de la unión sexual. Debido a que no se ha incumplido ningĆŗn contrato, no hay razón para divorciarse de ella. De hecho, si JosĆ© es un hombre justo, no puede divorciarse de ella porque ella no ha hecho nada malo. Pero mĆ”s que eso, es necesario que JosĆ© tome a esta mujer para que sea Ć©l quien lo nombre.


En el versículo 21 se encuentran tres verbos con tres sujetos diferentes. María va a dar a luz un hijo. José lo va a llamar/nombrar "Jesús". Y Jesús va a salvar a  su pueblo de su pecado. El papel de María es sencillo y, francamente, estÔ completamente fuera de sus manos. El papel de José es extremadamente significativo porque al nombrar a este niño lo reclama como suyo. Al nombrarlo, José declara legalmente a Jesús como hijo de David y heredero al trono.


El nombre "JesĆŗs" tiene un significado mucho mĆ”s obvio en hebreo (יְהוֹשׁוּעַ) que en griego (į¼øĪ·ĻƒĪæįæ¦Ļ‚)."JesĆŗs" es una versión aramea del hebreo "JosuĆ©", ambos construidos sobre el verbo "salvar/liberar" (ישׁע). El significado completo del nombre "JosuĆ©" o "JesĆŗs" destacaĀ  a YHWHĀ como el salvador (lit. Yhwh, Ɖl salvarĆ”). Este niƱo no ha nacido de una simiente humana y sin embargo es la simiente de una mujer. Este niƱo debe estar en la lĆ­nea de David, el rey. Y este niƱo debe ser llamado "Yhwh, Ɖl salvarĆ”" porque es este niƱo quien salvarĆ” a Su pueblo de sus pecados. Nótese que el Ć”ngel no dice que JesĆŗs salvarĆ” a su pueblo del castigo de sus pecados (aunque sea cierto), sino de sus pecados mismos. Este es mĆ”s que una expiación (aunque ciertamente no menos). Este romperĆ”, desharĆ” y revertirĆ” la maldición que es el pecado. Esa es la razón por la cual JosĆ© debe tomar a esta mujer como su esposa. El hijo que ella lleva en su vientre es LAĀ Simiente prometida.

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La teologƭa de JosƩ estƔ completa (vv. 22-23)

"Ahora bien, todo esto sucedió para que se cumpliera la palabra del Señor por medio del profeta que decía: '”Mirad! la virgen concebirÔ y darÔ a luz un hijo, y le pondrÔn por nombre Emanuel, que traducido es: "Con nosotros, Dios"."

Ā 

La revelación del Ć”ngel ha cesado y Mateo inserta su propio comentario. Esto es para que se cumpla lo que el SeƱor dijo. Es revelador que Mateo haga una distinción entre la palabra de Dios y la palabra del profeta en que la autoridad viene de Dios. Ɖl leyó y se sometió a la profecĆ­a de IsaĆ­as, no porque viniera de IsaĆ­as, sino porque las palabras vinieron deĀ Dios a travĆ©s Ā de IsaĆ­as.


 De todas las profecías mesiÔnicas en el Antiguo Testamento, es interesante que Mateo eligió Isaías 7:14. Uno podría pensar que enfatizar a María como la mujer cuya simiente aplastaría la cabeza de la serpiente (Génesis 3:15) podría ser mÔs apropiado. Después de todo, la revelación angélica explica por qué la semilla es la semilla de la mujer y no la semilla del hombre. Sin embargo, Mateo señala a Isaías porque el punto principal es conectar a Jesús con la línea de David, y ese es el contexto de Isaías 7.

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Contexto de IsaĆ­as 7: En los dĆ­as de Acaz (vĆ©ase Mateo 1:9), rey de JudĆ”, los reyes de Israel y Aram formaron una coalición para sitiar a JerusalĆ©n, destruir la lĆ­nea davĆ­dica y establecer un rey vasallo en JudĆ” que les sirviera. Su objetivo era destruir la lĆ­nea prometida de la semilla. IsaĆ­as es enviado para animar a Acaz y decirle que tal cosa no sucederĆ”. La lĆ­nea davĆ­dica permanecerĆ” intacta, mientras que las dos casas de Israel y Aram caerĆ”n. Este estĆ­mulo concluye con una especie de advertencia: "Si no creĆ©is, ciertamente no permanecerĆ©is"Ā (IsaĆ­as 7:9). Los tĆ©rminos "creer" (×ŖÖ·×Ö²×žÖ“×™× ×•Ö¼) y "Ćŗltimo" (×ŖÖµ×Öø×žÖµ× ×•Ö¼) provienen de la misma raĆ­z אמן, la raĆ­z de nuestro tĆ©rmino "amĆ©n"."AquĆ­ hay un juego de palabras. El sentido es que si Acaz no confĆ­a en estas palabras y no actĆŗa de acuerdo con ellas (creer, encontrar fiel/confiable/establecido), entonces no serĆ” confiable, fiel, establecido. La forma en que trata estas palabras determina la estabilidad de su reinado.


Acaz revela su incredulidad en los siguientes versĆ­culos. YHWHĀ (no IsaĆ­as) le ordena a Acaz que pida una seƱal y Acaz se niega (vv. 10-12). Acaz es reprendido (v. 13), pero es reprendido como una seƱal para toda la casa de David. La seƱal no es para Acaz en particular, sino para toda la casa de David; es decir, la lĆ­nea davĆ­dica. El signo incluye a mĆ”s de una virgen dando a luz a un niƱo. El niƱo se llama "Emanuel", transliterado al espaƱol del hebreo ×¢Ö“×žÖøÖ¼× ×•Ö¼ אֵל que significa "Ā”con nosotros, Dios!Sin embargo, este niƱo, que se supone que es el cumplimiento de la lĆ­nea davĆ­dica, no nace en el contexto del esplendor real, sino en el contexto del vagabundeo por el desierto. La cuajada y la miel (v. 15) no hacen el desayuno de los campeones, sino de los beduinos. Este alimento es tĆ­pico de los nómadas. El linaje del David sobrevivirĆ”. Los enemigos de la lĆ­nea serĆ”n destruidos. Pero la Simiente nacerĆ” en la pobreza. El punto de IsaĆ­as es este: Acaz no caerĆ” ante la amenaza actual y Dios cumplirĆ” su promesa a David. Pero en cuanto a la casa de Acaz, caerĆ” de modo que la Simiente venidera no crecerĆ” en un palacio, sino en la pradera.


Muchos han argumentado que la virgen de IsaĆ­asĀ  (×¢Ö·×œÖ°×žÖø×”) solo indica una mujer joven y no necesita virginidad. Sin embargo, el tĆ©rmino nunca se usa para una mujer que estĆ” casada y solo se usa en contextos que exigen que el sujeto sea sexualmente inexperto (GĆ©nesis 24:43; Ɖxodo 2:8; IsaĆ­as 7:14; Salmos 68:25; Proverbios 30:19; Canción. 1:3; (Mateo 6:8). AtrĆ”s quedaron los dĆ­as en que "doncella" implicaba naturalmente virginidad. El hecho de que la virgen dĆ© a luz un hijo y lo llame "Ā”con nosotros, Dios!" es nada menos que una profecĆ­a que se remonta a la simiente prometida de GĆ©nesis 3:15. IsaĆ­as le ofrece a Acaz una seƱal de la simiente de la mujer que aplastarĆ” la cabeza de la serpiente. Pero esta seƱal vendrĆ” solo despuĆ©s de que tanto JudĆ” como sus enemigos ya no existan. La lĆ­nea permanecerĆ” establecida, pero el reino de Acaz no (v. 9).

Ā 

La comprensión de Mateo de IsaĆ­as 7: El comentario de Mateo no podrĆ­a ser mĆ”s simple. MarĆ­a no es comoĀ la joven de los dĆ­as de Acaz. Ella esĀ la virgen profetizada a Acaz. El niƱo dentro de ella no es comoĀ el niƱo prometido a Acaz. Ɖl esĀ el niƱo que nace en la lĆ­nea de David, pero no en el palacio de David. Este niƱo es el cumplimiento literal de la presencia de Dios con Israel porque Ɖl fue engendrado por medio de Dios el EspĆ­ritu Santo. Ā”Este es Dios con nosotros!Ā Todas estas piezas comienzan a encajar en la mente de JosĆ© y Ć©l sabe lo que debe hacer.

Ā 

Respuesta informada de JosƩ (vv. 24-25)


José estaba a punto de tomar algunas malas decisiones, pero solo porque su información estaba incompleta. Ahora que comprende la situación y estÔ informado de los hechos en su totalidad, se pone en marcha para vivir como debe vivir un hombre justo: con obediencia inmediata y continuada.

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La obediencia inmediata de JosƩ (vers. 24)

"Después de despertar del sueño, José hizo lo que el Ôngel del Señor le había ordenado y la tomó por esposa."

Ā 

José se fue a la cama sabiendo que tenía un día completo para llegar a la mañana. En ese sentido, nada cambió. La indicación es que se puso a trabajar tan pronto como despertó. Sin embargo, en lugar de ir a la casa de Mary para entregarle un certificado de divorcio, llega para llevarla a casa con él. Inmediatamente se dedicó a la tarea de la obediencia y no perdió ni un minuto. Incluso la secuencia verbal refleja los mandatos del Ôngel en los versículos 20-21. José tomó, María dio a luz, y José nombres.

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La obediencia continua de JosƩ (vers. 25)

"Sin embargo, él no la conoció hasta después de que ella dio a luz un hijo, y llamó su nombre 'Jesús'."

Ā 

Una lectura cuidadosa del texto notarÔ que el Ôngel nunca le ordenó a José que mantuviera virgen a María hasta después de que naciera el niño. ¿Por qué José no participó en su derecho matrimonial después de que María fue traída a su casa? La respuesta es sorprendentemente simple: porque José sabía que Isaías 7:14 se aplicaba directamente a María. No basta con que una virgen esté encinta. Una virgen también tenía que dar a luz a un hijo conocido como "Dios con nosotros". La virginidad de María tuvo que permanecer intacta durante todo el embarazo hasta que naciera el niño para que se cumpliera la profecía de Emanuel. José sabía esto y debido a que creía que este niño era de hecho Emanuel, continuó obedeciendo manteniendo a María virgen hasta después del nacimiento de un hijo.


José completó su obediencia nombrando a este hijo "Jesús". El niño es ahora oficial y legalmente un hijo de David por medio de María, la esposa de José. Según el evangelio de Mateo, José es la primera persona que responde con fe a Jesús como el Cristo, el hijo de David y el hijo de Abraham.

Ā 

Conclusión


Es asombroso considerar cuĆ”n robusto debe haber sido el entendimiento bĆ­blico de JosĆ©. Ɖl conocĆ­a las implicaciones del nacimiento virginal asociado con IsaĆ­as 7:14 y la conexión con la simiente prometida de la mujer. TambiĆ©n entendió su conexión con todo el escenario como hijo de David y la necesidad de su papel. Es casi como si JosĆ© estuviera esperando que viniera esta simiente prometida, o al menos descansara en la esperanza de que Ɖl vendrĆ­a. La gran mayorĆ­a de Israel estĆ” inundada de apostasĆ­a, sin embargo, parece que hay unos pocos que permanecen como un remanente fiel. JosĆ© es identificado por Mateo como el primero en confiar en JesĆŗs como el MesĆ­as de Israel. No serĆ” el Ćŗltimo.


La fe de José se demuestra por su obediencia inmediata y continua. Sus acciones ciertamente habrían atraído la atención negativa. Si José supiera que María estaba embarazada, los demÔs también se habrían dado cuenta. A José no le importaba lo que pensaran o dijeran los vecinos. Bloqueó todo lo demÔs, excepto la obediencia a su Señor. José sienta el precedente para que otros lo sigan. Algunos de los que encontramos en el evangelio de Mateo seguirÔn este precedente. Lamentablemente, la mayoría no lo harÔ. Cuanto mÔs cambian las cosas, mÔs permanecen igual. La fe en Jesús no es un eslogan que se repite. Es una vida que se demuestra por la obediencia inmediata y continua. Los fieles son los obedientes, no los bulliciosos, extravagantes, populares o convencionales. Que nos esforcemos por ser obedientes.

Ā 

”Soli Deo Gloria!

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